martes, 26 de mayo de 2009

RENUNCIA a tu Trabajo!


"Me gusta lo que hago, pero no me gusta el lugar donde trabajo". ¿Te suena familiar? Desde compañeros insoportables hasta ambientes de trabajo deprimentes, algunas cosas pueden hacer que el mejor trabajo se convierta en un infierno.

A continuación, encontrarás algunas señales que indican cuándo es el mejor momento:

Tus compañeros son fastidiosos. Debemos admitirlo, no todas las personas se llevan perfectamente bien. Sin embargo, es necesario la armonía con los demás para poder hacer tu trabajo. La mayoría de las oficinas tiene a un "chismoso"; o a alguien que queja constantemente. Y todo el mundo tiene un vecino que distrae con tonos del celular, el altavoz del teléfono, la radio, etc..

El ambiente es tóxico. Todas las personas experimentan altibajos en el trabajo, pero el descontento puede también ser señal de un ambiente de trabajo crónicamente depresivo o incluso de una empresa en peligro. Un mal ambiente de trabajo refleja la cultura de toda una empresa. ¿Trabajas en una atmósfera que no te aporta nada para tu crecimiento? ¿Te has estado quejando durante años seguidos?

Tu jefe es una pesadilla. Ser jefe no da derecho a hacer lo que uno quiera, porque hasta el mejor de los trabajos puede transformarse en un infierno. La relación con tu supervisor desempeña una importante función en tu satisfacción y éxito profesionales en general. Tácticas como luchar para que cambien de puesto a tu jefe no suele tener éxito. Si trabajas para alguien que está siempre ausente, no disponible o no es confiable, es hora de buscar una mejor oportunidad.

Miras el reloj... cada 10 minutos. Si bien puede no gustarte trabajar, es aún peor si te aburres mientras estás allí. Puedes pasártela mirando cuantos videos sea en YouTube, u ofertando para comprar cosas innecesarias en eBay. Pero no sentir ningún desafío es una indicación de que necesitas responsabilidades adicionales o un cambio de función. Y no te descuides, porque si no tienes ninguna responsabilidad es posible que la gerencia esté intentando desplazarte y puedes correr el riesgo de perder tu trabajo.

No te respetan. ¿Algo de esto te suena familiar? Tus ideas no se toman en serio; no tienes oportunidades de crecimiento; el jefe te ignora; tus compañeros de trabajo te evitan; no te alientan para mejorar tus aptitudes con cursos o seminarios; te pasan por encima en las promociones una y otra vez; o te excluyen de los proyectos clave y las sesiones de estrategia. Entonces, ¿por qué sigues dándole a esta organización tu tiempo, energía y buenas ideas?

Tus compañeros actúan como animales. Te irritan, te ofenden, no tienen modales ni ética. Está el ladrón de la oficina, que roba las ideas; el haragán que llega tarde y se va más temprano; el especialista en "pasar la pelota" que descarga su trabajo en todos los demás; el que deja todo para más tarde y te hace demorar pues no tiene la información que necesitas para terminar tu trabajo. Y no se te olvide la famosa persona "del elevador", que sube sólo un piso en lugar de ir por las escaleras.

Nadie se comunica. Aunque vivimos en un mundo con correo electrónico, teléfonos móviles, mensajes instantáneos, Blackberries, WiFi... igualmente puede haber una total falta de comunicación. Ya sea que un compañero de trabajo no te responda a un correo, o que el presidente no transmita los objetivos de la compañía, esto puede costarte una cuenta, un cliente o hasta hacer que te despidan.

No eres valorado. Debes darte cuenta de que mereces tener crédito por tus éxitos. El reconocimiento es importante, y las buenas compañías implementan programas para que los empleados sepan que son valorados. ¿Tu empresa está haciendo algo para recompensar tus esfuerzos? ¿Recibes bonos, beneficios extra o comentarios positivos? Si tu jefe nunca ha oído nada sobre el reforzamiento positivo verbal, o de otro tipo, busca una compañía que valore tus talentos.

Te sientes ahogado. ¿Qué tipo de calidad de vida tienes? ¿Tu semana de 40 horas se está convirtiendo en un yugo de 24 horas al día, los 7 días de la semana? Si bien el salario puede parecer el único objetivo en vista, tu calidad de vida determina tu felicidad en general. La cantidad de tiempo que pasas trabajando, las condiciones laborales, los supervisores y los subordinados, todo puede tener un impacto positivo o negativo. Si detestas el tiempo que pasas en el trabajo, esto debería ser un claro indicador de que es hora de liberarte.

En pocas palabras. Al considerar lo que no te gusta de tu situación actual, deberías obtener una perspectiva de qué es lo que buscarás en tus futuros emprendimientos.Si sabes cuáles son tus prioridades y preferencias, y las buscas activamente, el trabajo puede ser una experiencia agradable.

Fuente:CareerBuilder.com

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"Lo que diferencia a una empresa que tiene éxito de otra que no lo tiene son, ante todos, sus recursos humanos".
-Anónimo-