martes, 5 de mayo de 2009

Dígalo como Obama!! El poder de hablar con propiedad y visión.


Inspirar y persuadir a millones no es simplemente el resultado de una habilidad innata. Barack Obama ha cultivado durante años ciertas técnicas que lo han convertido en un gran orador. Y estas técnicas son vitales no sólo para los políticos sino para los ejecutivos, gerentes y líderes de todas las áreas. Veamos las herramientas que Obama utiliza en sus oratorias:

Las herramientas que necesita aplicar para inculcar un cambio positivo a cualquier nivel de su organización, son:

Dar una buena impresión: Barack Obama se preocupa mucho por dar una buena impresión. El contacto visual que hace con su audiencia desde un principio, estirando los brazos hacia esta, recortando la distancia física. Mientras habla, Obama ve hacia un lado del recinto haciendo a veces un gesto de aprobación en dicha dirección, y luego hacia el otro lado. Varía su forma de mirar a lo largo de toda su alocución de forma natural e imperceptible. La audiencia considera que esta es la conducta de una persona confiable. Es decir, de una persona que está dispuesta a ver directamente a los ojos. Estas primeras impresiones son muy duraderas.

Usar adecuadamente el lenguaje corporal y la voz: Su modo de controlar la voz (la elevaba cuando era apropiado, la bajaba una octava cuando era necesario y utilizaba un solo tono en signo de desaprobación) le daba poder a sus palabras y le permitía resaltar sus ideas principales. Además, al variar la textura emocional del tono de su voz (nostálgico, a veces, afectivo, en otros momentos, e indignado, cuando era apropiado), le daba una gran profundidad a sus palabras. Todos estos gestos le valieron muchos puntos. De igual modo, cuando en ciertos momentos se colocaba la mano sobre el corazón, lograba que sus palabras adquirieran un matiz de sinceridad. Obama demostraba así su autenticidad. Sus gestos le servían como un vehículo para transmitir su mensaje.

Hacer énfasis en sueños y valores comunes: Cuando Obama redirige el diálogo con el fin de hacer hincapié no en las diferencias sino en los puntos de encuentro, se está concentrando en los sueños y valores que comparte con la audiencia. Cando vayamos a expresar nuestras observaciones, podemos hacernos la siguiente pregunta: ¿qué elementos comunes podemos traer a colación para establecer fuertes lazos con la audiencia? Dada su gran pericia comunicativa, Obama ha logrado presentar su vida como la de un humilde estadounidense abriéndose camino hacia el éxito. Esto le ha permitido cautivar al público.

Ganarse la confianza del público: El carisma, ese fuego en los ojos, esa pasión y autoridad, juega un importante papel en este sentido. El carisma les permite a los líderes energizar y motivar a los demás. Los grandes comunicadores aumentan su confianza y madera de líderes por medio de la voz, la entonación y el buen uso de los gestos. Trata de empezar “vigorosamente” ofreciendo sus opiniones, tanteando el humor del público y asegurándose de que haya la base necesaria para establecer un diálogo positivo.

Ganarse los corazones y mentes de la audiencia: Cuando tratamos de influir en los demás, lo mejor es que adaptemos nuestras opiniones a las opiniones de la audiencia. Los grandes oradores mantienen un tono personal con el uso de los pronombres personales: yo, tú, nosotros. Esto les permite conectarse mejor con el público y crear la sensación de que se está dando una conversación de persona a persona.

Exprese su visión a través de imágenes y palabras que resuenen: Cuando tratamos de presentar nuestra visión sobre algún tema, podemos apelar a la historia para lograr que nuestras ideas sean más claras y digeribles. Llos grandes comunicadores suelen traer a colación anécdotas, breves narraciones e historias cortas que le dan vida a los temas fundamentales.

Inspirar a los demás utilizando palabras con resonancias: Por ejemplo, palabras que evoquen valores comunes, valores patrióticos y principios colectivos. También es posible apelar a las verdades bíblicas. Es importante hablar de modo que generemos un sentido de urgencia. Los grandes oradores crean una gran tensión y terminan en la misma, con el fin de inspirar, motivar y animar a los oyentes. Esto permitirá que los temas e ideas más importantes queden impresos en las mentes de los oyentes. Hacer un llamado a la acción también puede motivar con creces a los oyentes.
Fuente: Resumen libro: Dígalo como Obama, El poder de hablar con propiedad y visión por Shel Leanne.


1 comentario:

Anónimo dijo...

OTRO GRAN APORTE, EXCELENTE TU POST, LO PONDRE EN FAVORITOS

eduardo.sosa01@hotmail.com

"Lo que diferencia a una empresa que tiene éxito de otra que no lo tiene son, ante todos, sus recursos humanos".
-Anónimo-