jueves, 25 de noviembre de 2010

El canal 2.0 arrasa en la gestión de personas


Los recursos humanos han caído en las redes sociales, y no se trata de una moda pasajera. Directivos, profesionales, candidatos y, sobre todo, los más jóvenes han sucumbido a un medio pensado para compartir conocimiento y que ya es una vía de formación y reclutamiento.

Si no sabe qué es Facebook, Tuenti, Twitter, Xing o LinkedIn no se está en este mundo. En los últimos años las redes sociales se han extendido de tal manera que es complicado permanecer ajeno a ellas. Las primeras que no han querido dejar pasar por alto las oportunidades de la web 2.0 han sido las empresas. Han encontrado un filón para la formación, la comunicación interna, el intercambio de información, el reclutamiento y, en general, la gestión de personas. El portal del empleado está en vías de extinción y ahora manda el 2.0. Empresas como IBM, Banesto, Acciona o Accenture utilizan este canal de manera habitual.

La multinacional estadounidense dispone de Thinkplace, un espacio que permite la generación de ideas y su transformación de forma ordenada en la red; y hace un par de años Banesto creó GPS Profesional (Guía de Progresión Profesional Sostenida), un mapa de carreteras digital al que puede acceder toda la plantilla del banco a través de la intranet. Por su parte, Acciona se ha lanzado con su Canal de Empleo, una plataforma online donde el grupo publica todas sus ofertas laborales y proporciona una vía de comunicación bidireccional entre empresa y candidatos.

Otras, como Alcatel Lucent, también han aprovechado el potencial del 2.0 para poner en marcha Engage, una plataforma social de negocio. La multinacional dejó a un lado otras herramientas más especializadas, en microblogging pero esta ofrece capacidades de colaboración más completas como son los documentos compartidos, creación de grupos y proyectos, lanzamiento de encuestas, etcétera. Ahora todo es 2.0.
Cada año aumenta el número de organizaciones que recurren al 2.0 para formar, reclutar y gestionar personas. Pasar por alto el potencial de esta herramienta supone perder empleados y candidatos

La era de la colaboración

Robert J. Thomas, director ejecutivo del Instituto de Alto Rendimiento de Accenture, asegura que "las redes sociales son más fiables que Google". Y para confirmar su eficacia pone el ejemplo de un director de un centro de investigación de una firma farmacéutica que tenía que reducir la plantilla del área de innovación y desarrollo: "Solicitó consejo a los colegas de su red de contactos y, a través de ellos, consiguió hablar con el director de la Ópera Real de Holanda. Éste se enfrentó a un caso similar al tener que recortar de cinco a tres orquestas". Dice Thomas que el ejecutivo de la farmacéutica consiguió acceder de esta manera a una solución muy innovadora.

Y no se trata sólo de gestión. Un reciente estudio de Adecco Training confirma que la herramienta 2.0 será el futuro de la formación. Así lo opina el 80% de los responsables de esa área, que las considera sus aliadas. Sin embargo, sorprende que en la actualidad menos del 15% de las organizaciones las utiliza, principalmente las grandes empresas. Está claro que queda mucho camino por recorrer, pero la vía ya está abierta. Cada año aumenta el número de organizaciones que recurren al 2.0 para formar, reclutar y gestionar personas. Pasar por alto el potencial de esta herramienta supone perder empleados y candidatos.

Fuente: http://justpeopleconsulting.blogspot.com/

viernes, 19 de noviembre de 2010

La mayoría de empresas busca empleados en las redes sociales


Según el estudio anual de la empresa Jobvite, la mayor parte de las compañías están abandonando los tablones de anuncios laborales y dirigiéndose a los social media como herramienta principal de búsqueda de personal. El informe, titulado Encuesta de búsqueda de personal social Jobvite 2010 se basaba en una encuesta online realizada por 600 personas entre mayo y junio y éstos son algunos de los resultados:

De los encuestados que están buscando activamente empleados este año, el 92% afirma que "usan actualmente o piensan usar" redes sociales para buscar nuevos trabajadores. Mientras tanto, el gasto en herramientas más tradicionales, como anuncios de empleo y empresas de recursos humanos ha disminuido o se ha mantenido constante en la mayoría de los casos.

No es de sorprender que el sitio de red social más utilizado por las empresas para buscar personal sea LinkedIn (78%), seguido de Facebook (55%). El sitio que ha experimentado el mayor crecimiento es Twitter, que ni siquiera era una mota en el radar cuando Jobvite realizó esta encuesta por primera vez en 2008, pero que este año utilizaron el 45% de los encuestados.

La mayoría de empresas que buscan empleados revisan la presencia en social media de un candidato como parte del proceso de examen, y un 38% indican que siempre buscan los perfiles de los candidatos en redes sociales, y un 32% solo lo hacen a veces.

Un dato que indica que la relación entre ofertas de empleo y social media no es sólo publicidad, la encuesta revelaba que el 58% de las empresas han contratado efectivamente empleados a través de sitios de red social.

Fuente: Diario de Ciencia y Tecnología
Publicado por abc Recursos Humanos en jueves, julio 22, 2010

miércoles, 17 de noviembre de 2010

¡Tú eres el máximo resposanble de tu propia motivación laboral!

¿Sientes que tu carrera profesional ha tocado techo?, ¿consideras que no te recompensan lo suficiente por tu esfuerzo?, ¿tu trabajo te resulta monótono y aburrido?, ¿sientes que el trabajo que realizas no tiene mayor trascendencia? ¿has decido revelarte y trabajar lo justo?, ¿cuando te piden algún trabajo te molesta, porque realmente no lo quieres hacer ya que piensas que por lo que te pagan no debe trabajar tanto?....y sin embargo ¿tu trabajo te gusta?. Si tu respuesta a estas cuestiones es afirmativa, puede que empieces a ser víctima de desmotivación. Según los expertos entre las causas más habituales por las que probablemente te encuentres en esta situación son la desconfianza, la falta de participación, la desinformación, un trabajo tedioso, monótono e irrelevante, la ausencia de expectativas, de promoción.... ¿Qué podemos hacer ante esta situación?.

Durante mis años en recursos humanos me he acostumbrado a oír cómo muchos jefes, tienden a pensar que lo que único que motiva a sus trabajadores es el salario. Ojala fuera así. No cabe duda que aunque el salario y los beneficios económicos son muy importantes, los trabajadores valoramos cada vez más aspectos como la formación ofrecida por la empresa, el conocimiento de lo que se espera de nosotros cada día, la calidad de la relación directa con nuestros superiores inmediatos, el poder expresar nuestras ideas y sugerencias, actuar y contribuir en otras áreas de la empresa, las oportunidades de ascenso y promoción, la flexibilidad, la seguridad, la equidad entre el resto de compañeros, el reconocimiento de nuestros logros por parte de la dirección, considerarse recompensado, reconocido y apreciado.. y como no un ambiente laboral agradable, aunque eso sí, debido a la hipervelocidad, el estrés y el cansancio generalizado, en mayor o menor medida el conflicto suele ser uno de los rasgos inherentes a la vida de cualquier trabajador.

Desde hace ya tiempo un trabajo se ha venido considerando como algo más que un lugar donde ganar dinero y más que una serie de tareas a realizar. El salario ya no es lo único que importa, y lo que denominamos como salario emocional pasó a ser un factor clave en la satisfacción del trabajador. Así mientras que un salario puede ser mejorado por la competencia, el factor emocional es lo que realmente lo diferencia y el que consigue que los trabajadores seamos leales a la misma. Por ello uno de los grandes desafíos de las empresas debe centrarse en conseguir despertar el compromiso de su gente y ver qué es lo que motiva realmente a cada uno. El mundo laboral ha sido uno de los grandes afectados por la crisis económica que ha vivido el planeta y lo primero que se ha recortado son los complementos de diverso tipo de los que gozan los empleados en una empresa aparte de su salario, conocidos por su expresión inglesa Employee Benedit. Ahora bien, cada uno de nosotros debe ser en parte responsable de su propia motivación en el trabajo, debiendo tratar de encontrar las fuerzas necesarias en nuestro interior, sin tener que esperar a que estímulos externos nos pongan las pilas.

A continuación pongo un ejemplo: Cuenta la leyenda que en la Edad Media, un caballero francés que hacía el camino de Santiago se detuvo a descansar en Miranda de Ebro. Mientras reponía fuerzas contempló a tres canteros que realizaban exactamente el mismo trabajo pero con una actitud muy diferente. Intrigado, le preguntó al primero, que parecía muy enfadado: Perdone, ¿qué es lo que usted está haciendo? El hombre, maldiciendo y rezongando, contestó de mala manera: ¿No lo ve? Estoy picando piedras. Entonces, el francés se acercó al segundo, que trabajaba muy concentrado en su labor y le repitió la misma pregunta. El cantero se volvió hacia él y con mucha parsimonia le empezó a relatar: Está clarísimo. Pulo las piedras con el cincel y el buril para que puedan ser trabajada más fácilmente. Por último, el caballero se dirigió hacia el tercer hombre que silbaba y cantaba mientras picaba las piedras. Al oír la pregunta, el cantero miró el forastero con una amplia sonrisa y le respondió entusiasmado: Estoy haciendo ¡La catedral de Burgos!.

¿Porqué no probamos a imitar la actitud del tercer cantero e intentamos automotivarnos. Pero si decidimos hacerlo debemos cumplirlo, ¿qué sentido puede tener hacerse propósitos que no vamos a cumplir, si no es para autocastigarnos un ratito?.Automotivarse, como todo, es un aprendizaje y aprendemos entrenándonos, así que mañana mismo, sigue estos sencillos consejos:

1. Plantéate cada mañana al despertar, que hoy va a ser un buen día. Sonríe y sal de casa con mentalidad ganadora, pensando que vas conseguir lo que te propones.

2. Entra con buen pie. Un saludo sonriente a tus compañeros y a tus jefes es la mejor forma de corregir un ambiente hostil. Un buen talante repercute en la disposición del contrario lo que contribuye a incrementar nuestro propio bienestar.

3. Establece pequeñas metas. Analiza aquellas parcelas que te resulten más monótonas, aburridas o difíciles y plantéatelas como un reto, tratando de mejorarlas y hacerlas más amenas. Procura hacer lo más difícil primero: un programa informático complejo, un cliente conflictivo...

4. Usa la empatía. Si existe mal ambiente laboral, ponte en el lugar de los otros y trata de entender qué es lo que les molesta. Cuando el conflicto es con tu superior o tu subordinado, plantéale abiertamente la situación.

5. Revisa tus logros cada día. Comprueba si has llevado a cabo las pequeñas metas que te habías propuesto. Si no es así, analiza por qué y trata de corregir el planteamiento para el día siguiente. Si lo has conseguido, prémiate: Una lista de los éxitos conseguidos es siempre un buen motivador.

6. Amplía conocimientos. Intenta corregir tus carencias. En el aprendizaje constante radica uno de los factores de la automotivación.

7. Objetivos para el día siguiente. Una buena técnica puede ser ponerlos por escrito, porque es una manera de pasar de lo implícito a lo explícito y, de alguna manera, nos obliga más.

Si después de haber seguido estos consejos no hemos conseguido la motivación que necesitábamos, sin duda alguna mejora personal habremos logrado.

Publicado por Mario Naranjo García el febrero 21, 2010 a las 2:24pm
http://redsocial.rrhhmagazine.com

"Lo que diferencia a una empresa que tiene éxito de otra que no lo tiene son, ante todos, sus recursos humanos".
-Anónimo-