miércoles, 13 de julio de 2011

Cómo sobrevivir a un jefe mediocre


En tu experiencia empresarial te ha tocado lidiar con diferentes jefes y por lo tanto con distintos estilos de mando.

Los hay desde aquellos que han dejado “huella” positiva en tu formación –que por cierto deben ser muy pocos- hasta aquellos que no comprendes por qué siguen en empresas buenas: los mediocres.

En esta primer parte, te ayudaremos a descubrir qué es lo que caracteriza a un jefe mediocre, de acuerdo a las distintas opiniones que nos han dado en los seminarios de nuestra empresa. Si encuentras alguna característica que se te pueda aplicar –si eres jefe- te debe animar que el reconocer un defecto es el inicio de la mejora.

Así que vamos pues…

1. Han perdido de vista el objetivo de la empresa: Se han olvidado que su función es hacer rentable todas sus acciones. Esto significa desenfoque que lleva a no diferenciar los importante de lo secundario; lo esencial de lo trivial. Quiere decir que para ellos todo es prioritario, olvidan el principio “cuando todo es prioritario, nada lo es”.

2. Mis triunfos, tus fracasos: Personas que, en el momento en que las cosas salen bien o hay una felicitación, asumen la responsabilidad de lo hecho y que por otro lado, si las cosas salen mal, es tu problema. No se involucra y se une a las voces que resaltan lo mal hecho, permaneciendo ajeno a lo que él mismo había sugerido.

3. Se lucen con tu trabajo sin valorar el esfuerzo del equipo: Todo lo bueno que hace su equipo lo convierten en una “medalla” para sí mismos. Si las directrices o normas que da no funcionan es el primero que pide que un curso para fortalecer el trabajo en equipo, al que normalmente no asiste.

4. Esconder información: No son capaces de dar toda la información que tienen cuando te ponen a trabajar. Esconden “ases bajo la manga” para que cuando tengas listo lo tuyo puedan añadir aquello que no te dijeron buscando un lucimiento personal. Siempre quieren poner la cereza en el pastel. Si te esfuerzas por buscar información que te hace falta, no la obtendrás de tu jefe.

5. Se preocupan por nimiedades: Al estar desenfocados, terminan por meterse en todo, su delegación es poco efectiva, porque de tanto inmiscuirse en lo que delegan, terminan por estorbar en el trabajo de la persona en que delegaron.

6. Se convierten en obstáculos: Cuando pretendes resolver alguna cuestión y pides información a otra persona o departamento, lo primero que te dirán con ironía o enojo: “me saltaste”. Pero no solo eso, sino que obstaculizan cualquier idea que no la considere propia. Encuentras proyectos importantes para la empresa, empolvados en su escritorio.

7. Le fascinan las alabanzas: Les encanta que les digan frases como “eres el mejor jefe”, “Qué buenas ideas tienes”, “te luciste en la junta”, “no hay imprescindibles, pero sin ti la empresa no marcharía”. No saben que la adulación es algo perjudicial y la aceptan y valora a quienes se las brindan.

8. Mienten: Cuando queda al descubierto algún error en su gestión, terminan mintiendo para justificarse; echándole la culpa a los demás; gritan si tratas de razonar con ellos.

9. Esconden el talento de su gente: siempre habrá alguna persona talentosa en el grupo, alguien a quienes los demás consideran que tiene autoridad moral, alguien que comienza a descollar. Entonces, no les importará calumniar, soltar chismes de esa persona; la arrinconarán hasta que se vaya o logre despedirlo.

10. Sin prestigio Profesional: se les olvida que para ser buen líder, se requiere reconocimiento de los seguidores y este no se da por decreto, se gana a pulso con la autoridad moral que tiene quien pretende conducir un grupo a un objetivo.

La pregunta que nos viene a la cabeza es ¿por qué permanecen en una empresa a pesar de todo esto? En ocasiones porque su arrutinamiento en la mediocridad y la esperanza de cambio en las empresas, han hecho que despedirlo sea aparentemente caro. Forman ya parte del inventario. O a lo mejor en la cabeza de quien pueda tomar una decisión surja la pregunta ¿y si contratamos a uno peor”

Quizá te suene reaccionario la receta para sobrevivir a este tipo de personas: Pide cambio, salte de ese grupo, que si te descuidas terminarás en la misma mediocridad. ¡Es tan contagiosa!

Por: José Luis Castañeda Lerma
http://www.sicap-instituto.com/index.php?option=com_content&view=article&id=355:icomo-sobrevivir-a-un-jefe-mediocre&catid=44:empresa&Itemid=59

2 comentarios:

Anónimo dijo...

bueno...conozco a uno que mas que mediocre es miserable...es una pena que buenos recursos tengan que desperdiciar su tiempo con "jefes" como estos.

Anónimo dijo...

Es terrible identificar a su propio con cada uno de los puntos que explicas. Muy acertados. Por qué todos los ven excepto SU jefe?!?!

"Lo que diferencia a una empresa que tiene éxito de otra que no lo tiene son, ante todos, sus recursos humanos".
-Anónimo-