miércoles, 19 de mayo de 2010

El que critica se confiesa…


En el blog de David Berruezo me encuentro este interesante cuento que transmite cómo todo lo que dices puede interpretarse para bien o para mal. Recuerda que siempre comunicas y todo lo que dices tiene una interpretación.

“Un hombre llegó a un pueblo y fue a ver al maestro sufí, el anciano sabio de la localidad.

El visitante dijo:

-Estoy considerando mudarme aquí. Me preguntaba qué clase de vecindario es éste. ¿Puede decirme cómo son las personas aquí?

-Dime qué clase de personas vivían en el lugar de donde vienes -dijo el maestro sufí.

-Oh, eran salteadores, estafadores y embusteros.

-¿Sabes algo? Ésa es exactamente la clase de personas que viven aquí.

El visitante se fue y nunca volvió.

Media hora después, otro hombre entró al pueblo, buscó al maestro sufí y le dijo:

-Estoy pensando en mudarme para acá. ¿Puede decirme qué clase de personas viven aquí?

-Dime qué clase de personas vivían en el lugar de donde vienes -volvió a responder el maestro.

-Oh, eran las personas más amables, dulces compasivas y afectuosas. ¡Los voy a extrañar muchísimo!

-Ésa es exactamente la clase de personas que vive aquí -dijo al maestro.”

Lo cierto es que el que critica se confiesa ya que lo único que hacemos es trasladar nuestra realidad a través de las palabras.

Dime con quien andas y te dire como eres decía un refrán y dime que criticas y te diré de que pie cojeas podríamos deducir…

Tenlo en cuenta en tú día a día y en como te comunicas y seguro que te sorprenderás más de una vez…

Via: David Berruezo

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