Gestionar personas es conocerlas

Para empezar cada vez me gusta menos eso de “gestionar personas”, me suena demasiado impersonal, parece como si cosificara al ser humano. Debemos empezar a cambiar el lenguaje para poder cambiar la realidad. Dicho esto, vamos al meollo. No puedo gestionar, perdón, relacionarme adecuadamente en la organización con quien no conozco. Cada trabajador, cada persona es un mundo, con sus gustos, sus motivaciones, sus debilidades, y sólo cuando la estrategia de la organización conlleve saber de estas diferencias podrá sacar el máximo partido de cada uno de sus miembros. El conocimiento no es un fenómeno estático, por el contrario, supone una evolución, un cambio constante puesto que cada sujeto evoluciona, ya sea por estímulos internos (nuevos gustos, madurez, experiencias vividas) o estímulos externos (cursos, relación con los compañeros, propia evolución de la organización que afecta al trabajador). Por tanto acercarse al trabajador, a la persona no es un hecho puntual, sino que es un estado...